Las hermanas Victoria y Antonela Garay no llegaron a despedirse de su papá Martín, enfermo de un cáncer terminal. El hombre murió este lunes a la noche, en San Luis, mientras las jóvenes viajaban hacia ahí desde Tierra del Fuego, tras haber luchado para que las dejaran entrar a la provincia ante las restricciones por el coronavirus.
Este lunes, ambas fueron autorizadas por el Comité de Crisis puntano a ingresar, luego de negarles diez veces el permiso. Ahora, en pleno viaje, se enteraron de la noticia. Así lo confirmó su abogada, Emma Matorraz, en diálogo con Radio Rivadavia.
«Ellas viajaban con la idea de hacer la cuarentena en la casa de su papá para acompañarlo», dijo la letrada entrevistada por el programa Código F. «Estaban en constante contacto con él por viodellamada», completó.
Las hermanas tuvieron que pelear contra la burocracia para estar al lado de su papá, que había entrado en la etapa final de la enfermedad y, según los médicos, solo podían acompañarlo con tratamientos paliativos ante la gravedad del cuadro.
Tanto ellas como el nieto del paciente, de cinco años, habían sido autorizados a entrar a San Luis. Para eso, debían someterse y aceptar los protocolos que impone la provincia: PCR negativo para los tres y estar siete días en cuarentena en las residencias de la Universidad de La Punta.(TN)