Un alto dirigente de la CGT calificó el jueves el acto del 1° de febrero como “la marcha de los procesados”, al justificar el rechazo de la central obrera a participar de la manifestación K para echar a los jueces de la Corte Suprema de Justicia. No todos los convocantes están procesados pero sí una buena parte de ellos: por lo menos diez.
Además, hay unos 80 recursos extraordinarios -13 de Cristina Kirchner- pendientes de resolución en la Corte que quieren echar.
Si bien todo imputado es inocente hasta que la Justicia diga lo contrario es importante repasar la situación procesal de aquellos que hacen un acto para presionar al máximo tribunal, en vez de pedir el juicio político en el Congreso como corresponde. (Clarin)

