Mariano Orlando Vivas, policía que actuó en la causa, aseguró Máximo Thomsen manifestó que la zapatilla ensangrentada incautada en el allanamiento -y que luego se comprobó que le correspondía- pertenecía a Pablo Ventura.
El fiscal Juan Manuel Dávila le preguntó al testigo si mientras realizaban el allanamiento se involucró a alguna persona ajena a las que estaban allí. “Uno de ellos manifiesta que a Pablo Ventura”, dijo Vivas. “¿Sabe quién lo dijo?”, quiso saber el funcionario.
“Sí. Thomsen”, respondió.
Este dato no es parte del expediente, no figura en la elevación a juicio y la familia Ventura o los fiscales jamás lo supieron. Ahora, frente al tribunal de juicio, un testigo de primera mano revela la jugada más cobarde de los rugbiers tras el presunto asesinato de Pablo. Una fuente clave del caso había asegurado a este medio que varios de los imputados habían mencionado a Ventura, que fue uno en particular que actuó como portavoz de esta versión. Su nombre había eludido a la historia, hasta ahora.

