Una muestra de juego colectivo, con individualidades que enseñaron niveles superlativos. Una victoria 4 a 0 que devolvió a la selección a los cuartos de final de un Mundial Sub 20, una instancia que la Argentina no conocía desde 2011, en Colombia. Desde el primer minuto, los juveniles marcaron el pulso y a partir de la diferencia en el tablero dominaron el juego para quitarse de encima a un rival africano que no logró imponer su potencia física. El sábado, desde las 20, México será el examinador en la Copa del Mundo de Chile: los aztecas eliminaron a la Roja con una imperial producción futbolística y en la estrella de Gilberto Mora, de 16 años, depositan las esperanzas.
Las irregularidades que la Argentina enseñó en la etapa de grupos, en particular en los dos primeros partidos ante rivales inferiores como Cuba y Australia, se empezó a corregir ante Italia y frente a Nigeria la selección expuso su mejor versión en el póquer de encuentros que se desarrollaron entre Valparaíso y Santiago. Un crecimiento sostenido desde el estreno, un agigantamiento que se manifiesta cuando se sube el listón.

El rival era un clásico: en los mundiales Sub 20, el recordado triunfo para la primera coronación de Lionel Messi, en Países Bajos, en 2005, tuvo como opuesto la frustración de dos años atrás, cuando los africanos ganaron por 2 a 0 en el estadio Bicentenario, de San Juan, en los 8avos de final. Esa paridad no existe en la Sub 17, donde Nigeria lleva la delantera con tres éxitos sobre uno de la Argentina, que festejó en Finlandia 2003, mientras que los duelos en las finales de los Juegos Olímpicos tienen una medalla de oro por lado.
La concentración para empezar el partido y la contundencia para tomar rédito de las primeras situaciones frente al arco rival es un sello de la selección. No es una casualidad que, en tres de los cuatro partidos, la Argentina tomó ventaja antes de los tres minutos. Alejo Sarco es un futbolista de área, una referencia, y deja su marca: frente a Cuba y Australia convirtió a los tres minutos; ante Nigeria se superó: apenas pasado el minuto, el atacante que se forjó en Vélez y ahora milita en Bayer Leverkusen martilló después de una asistencia de Dylan Gorosito -el lateral que ofrece presencia ofensiva con sus pases-gol: acumula tres en cuatro partidos, además del gol en el triunfo sobre Italia-, para modificar las proyecciones que tejieron los africanos y, además, liderar con cuatro dianas la tabla de goleadores del Mundial.