Este jueves se presentaron las candidaturas para organizar la próxima Copa del Mundo femenil y FIFA tomó la decisión: en 2023 Australia y Nueva Zelanda serán sedes del evento deportivo.
Será la primera vez que una Copa del Mundo de cualquier género se desarrolle en territorio oceánico. Antes de la última edición disputada el año pasado en Francia, en la que Estados Unidos se consagró campeón, la cita máxima había tenido lugar en Canadá (2015), Alemania (2011), China (2007), Estados Unidos (2003 y 1999), Suecia (1995) y China (1991). La federación neozelandesa se había postulado para ser sede en 2019 pero retiró su candidatura antes de la elección.