La congregación de cardenales de este martes, la sexta, puso la proa a la convocatoria a elegir el nuevo Papa que tendrá lugar en la Capilla Sixtina el 7 de mayo, una vez que haya concluido la tregua fúnebre por la muerte de Francisco, llamada “Novendiales”; misas que se celebran durante nueve días
El encuentro en el aula del Sínodo reunió a los cardenales mayores de 80 años, que no votan, y a los menores de esa edad, que siguen llegando a Roma para participar de la votación que debe consagrar a un nuevo pontífice. Dos cardenales, se confirmó este martes, no llegarán al Vaticano para la votación lo que reduce el número de 135 a 133, y lleva el número mágico, necesario de votos, para elegir Papa de 90 a 88.
Este martes, las versiones y especulaciones ya penetraron la débil capa de discreción echada sobre el encuentro cardenalicio, en la que todos hablan de la elección de la semana próxima, pero solo una parte podrá poner su voto.
Una realidad que está muy presente es la extraordinaria popularidad del pontífice argentino Francisco, que ha proyectado su figura y sus ideas en el plano internacional y en el fervor popular.
El cónclave duraría dos días
La mayoría progresista que se presume heredera de tantas virtudes apunta al menos a conquistar un sólido paquete de votos en la primera votación, que la ponga en las mejores condiciones para recibir la consagración de su candidato en el segundo día del voto, el 8 de mayo, cuando el nuevo pontífice probablemente sea elegido.
Los cardenales ancianos y más duchos, que han visto las anteriores elecciones papales, recuerdan que en 2005, cuando fue elegido Benedicto XVI, Josep Ratzinger, y en 2013, con la consagración del argentino Bergoglio, fueron veloces. Ratzinger fue elegido en dos días y cuatro escrutinios, mientras que Francisco lo hizo en 36 horas con cinco votaciones.
La votación en la primera jornada es una sola. Importante, porque revela las tendencias hechas sufragio de la primera jornada. El resto del lunes y la mañana del martes 8 , los cardenales electores llegarán a las dos votaciones de la mañana y las dos de la tarde con noticias concretas de como están las cosas.
Tras el voto de la primer jornada, salvo que el candidato haya sido elegido el lunes prácticamente por aclamación que proviene de la mayoría absoluta de sufragios, llega el momento de las tratativas entre los grupos de cardenales que se concreta en un refuerzo de sufragios para los mejores y el no va más para los desechados. También pueden aparecer nuevos candidatos.