El Senado se consolidó como el principal bastión de la oposición, bloqueando iniciativas clave del presidente Javier Milei. La Cámara alta rechazó decretos de necesidad y urgencia (DNU) como el 70/2023, orientado a la desregulación económica, y el 656/2024, que proponía aumentos de fondos para la Secretaría de Inteligencia.
Además, introdujo modificaciones a la ley Bases y estableció nuevas condiciones para la designación de jueces de la Corte Suprema.
El bloque de Unión por la Patria (UxP), con 34 senadores sobre un total de 72 -una vez que se sume la senadora Stefanía Cora en reemplazo del expulsado Edgardo Kueider-, se posiciona como un espacio clave para construir mayorías o bloquear iniciativas del oficialismo y sus aliados.
En este contexto, se destaca el tratamiento de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla, candidatos a ministros de la Corte Suprema propuestos por el presidente Javier Milei, que serán debatidos durante el período extraordinario 2025 del Congreso.
De acuerdo con el artículo 99, inciso 4, de la Constitución Nacional, el presidente tiene la facultad de “nombrar a los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes”.
Llegar a esos dos tercios implica, inexorablemente, que se establezcan acuerdos entre La Libertad Avanza y Unión por la Patria, o entre el presidente Javier Milei y la expresidenta Cristina Kirchner.
De hecho, si concurrieran a la sesión la totalidad de los senadores, serían necesarios 48 votos a favor. Un número que dista mucho de los seis senadores con los que cuenta la bancada libertaria, que además tiene entre sus socios al PRO, espacio que rechaza la candidatura de Lijo. Por eso, esos votos deberá buscarlos en el kirchnerismo.