Este martes, el abogado Fernando Burlando, que patrocina a la familia Báez Sosa, ingresó a los Tribunales de Dolores y anticipó que será una “larga jornada” en la sede judicial, con toda la apuesta dirigida a qué dirán los amigos del joven asesinado que viajaron con él a Villa Gesell. “Son testigos presenciales, nos van a aclarar cómo fue la mecánica del abordaje a Fernando. Hay muchos que reconocen a los autores del crimen, otros no, pero es importante”, marcó el letrado.
Asimismo, adelantó que les pedirán a los acusados que se saquen los tapabocas. “Puede pasar que haya una identificación, seguramente les vamos a pedir que se bajen los barbijos”, indicó Burlando luego de que ayer los apresados los utilizaran en toda la audiencia.
Pese a que se especuló con que esa podía ser una maniobra para intentar ocultarse, el abogado minimizó esa versión. “El lugar es muy chico, realmente es atinado que tengan barbijo. Seguramente sienten algún tipo de protección, pero a medida que transiten los testigos vamos a pedir que se los saquen”, marcó.
Llegaron a los Tribunales de Dolores los padres de Fernando Báez Sosa, Silvino Báez y Graciela Sosa. Hoy, después de haber declarado ayer como testigos, pueden presenciar la audiencia.
A los tribunales de Dolores comienzan a llegar los familiares de los ocho acusados para el segundo día de audiencia. El primero en ingresar fue Javier Thomsen, el padre de Máximo. Acompañado por un joven, ambos buscaron evitar ser retratados en el ingreso a la sede judicial. Después arribó el padre de Lucas Pertossi, Marcos Pertossi.

