El club había recibido previamente una prohibición de dos años y una multa de 30 millones de euros por parte de la UEFA después de ser declarado culpable de infracciones de las licencias del club y las reglamentaciones financieras de ‘Fair Play’.
El Tribunal de Arbitraje para el Deporte (TAS) anuló la prohibición y redujo la multa a 10 millones de euros; según ellos, City fue culpable de no cooperar con las autoridades de la UEFA, pero no de presentar fondos de capital como contribuciones de patrocinio.
