Después de meses en silencio, el emblemático teatro de ópera decidió retomar el lunes 22 de junio su actividad con una metáfora de los últimos meses de confinamiento en los que la naturaleza recuperó terreno al ser humano.
La platea, el anfiteatro y los tres pisos de palcos del emblemático teatro de la ópera de Barcelona fueron ocupados por ficus, palmas, monsteras y hasta 2.292 plantas verdes que contrastaban con el rojo de las butacas y el dorado de las columnas. En el escenario, vacío durante meses, un cuarteto de cuerda interpretaba con total profesionalidad la obra «Crisantemi» del italiano Giacomo Puccini.
Ideado por el artista conceptual Eugenio Ampudia, el espectáculo quiere invitar al ser humano a reflexionar sobre «la sostenibilidad» y «las relaciones con la naturaleza». La idea se le ocurrió durante el confinamiento, cuando escuchaba con más fuerza que nunca el cantar de los pájaros y veía cómo las plantas de cerca de su casa crecían con más fuerza.

