El Gobierno neozelandés impuso a finales de marzo unas medidas de confinamiento que fueron consideradas entre las más estrictas del planeta.
En las últimas dos semanas ha reabierto escuelas, bares y otros establecimientos tras haber declarado que había ganado la batalla contra la pandemia.
Al igual que en otros países se sigue manteniendo normas de distanciamiento social y el nivel 2 de alerta.
Por otro lado, las autoridades del país anunciaron el martes que ha asignado 37 millones de dólares neozelandeses (22,9 millones de USD) de su presupuesto a los esfuerzos para crear, producir y distribuir una vacuna contra la COVID-19, de los cuales 20 millones de NZD (12,3 millones de USD) irán destinados a la investigación internacional.