El cantante venezolano luego de sufrir doble trasplante de pulmón, visitó a su amiga Susana Giménez y habló a fondo sobre lo difícil que fue ese momento, que lo marcó para siempre.
En un momento tenía diez médicos en la habitación, mi corazón estaba por explotar, estuvieron 45 minutos para regresarme, hasta que escuché que tenían que intubarme. Oré, oré, oré dije: ‘Dios mío, no me sueltes’. Perdón, es que a veces me quiebro…”, expresó con los ojos llenos de lágrimas al recordar ese duro momento.
“Dios me trajo de la misma muerte. Entonces, decidí no quejarme. ¡Y prohibido olvidar”, expresó el Puma, sumamente emocionado y agradecido a la vida.