La Comisión Electoral Central de Rusia empezó a publicar datos del apoyo obtenido por la reforma constitucional promovida por el presidente Vladímir Putin para continuar en el poder dos mandatos más a partir de 2024. Las modificaciones en la Carta Magna obtuvieron un respaldo por encima del 70% de los votos emitidos.
Activistas opositores del movimiento «Niet» (No a la reforma) salieron a la calle para protestar en distintos puntos de Moscú y San Petersburgo. Unos pocos lo hicieron directamente en Plaza Roja de la capital rusa, pero la Policía les detuvo de inmediato. Los detractores de la reforma que permitirá a Putin seguir en el Kremlin hasta 2036 llamaron a sus partidarios a concentrarse en la céntrica plaza Pushkin de Moscú, que fue completamente tomada por fuerzas antidisturbios. Pese a ello, varios centenares de manifestantes mostraron su malestar.
Y es que ha indignado, no sólo que la Comisión Electoral hiciera propaganda del sí antes del cierre de las urnas, sino también el hecho de que votación se extendiera por espacio de una semana, algo sin precedentes en la práctica democrática, no ya de Rusia, sino de ningún otro país del mundo.