Mediante un comunicado publicado en su sitio de internet, el organismo anunció que comenzará a cobrar un impuesto por derechos de propiedad intelectual a las transmisiones que se realicen vía «streaming» de recitales y festivales musicales.
El nuevo arancel de SADAIC será de un 12% de los ingresos brutos, en concepto de «tarifa base» por «la transmisión en simultáneo o diferido a través de redes o plataformas digitales, sin la posibilidad de descargas permanentes de obras musicales, con o sin concurrencia de espectadores en forma presencial», según detalló el organismo.
Además, se pagará un adicional de $250.000 si el evento «tuviera una clara identificación institucional con un nombre o marca de empresa o institución», y hasta $400.000 en caso de que se transmita en simultáneo por otros medios aparte de internet, con una tasa agregada -que será definida por SADAIC- si hubieran emisiones adicionales.
En caso de que el organizador o responsable del evento no percibiera ingresos por el acceso del público, o no suministre a SADAIC información completa o razonablemente consistente respecto de esos ingresos, el organismo se reservará el derecho de aplicar la tarifa del 12% calculada sobre valores por analogía, indicó un comunicado de prensa.
La decisión generó una gran polémica en el ambiente artístico