El ex presidente Mauricio Macri consiguió aplazar su declaración indagatoria porque la propia Agencia Federal de Inteligencia (AFI) reconoció, en un legajo reservado y restringido a las partes, que el organismo no tenía entidad suficiente para relevarlo del secreto de Estado a un ex jefe de la Nación. Solo podía hacerlo el presidente Alberto Fernández. Y, si hay apuro, lo tendrá que hacer la vicepresidenta Cristina Kirchner, que quedará a cargo del Ejecutivo durante la gira del presidente.
El abogado del expresidente, Pablo Lanusse, le planteó al juez si su defendido había sido relevado del deber de guardar secreto sobre temas de inteligencia nacional, lo que está a cargo del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). En ese momento el magistrado cayó en la cuenta de que no lo tenía. Antes de suspender la audiencia barajó la posibilidad de fijar la nueva fecha para el próximo jueves.
Pero después volvió sobre sus pasos, consideró que esto podría demorar más tiempo y la suspendió sin nueva fecha. Ahora, Bava ya pidió al Poder Ejecutivo que autorice a Macri a declarar.

