Trump está intensificando su guerra contra las empresas de redes sociales, firmando una orden ejecutiva que desafía las protecciones de responsabilidad civil que han servido de base para un discurso sin restricciones en Internet.
Aún así, la medida parece ser más política que sustancial, ya que el presidente busca reunir partidarios después de que arremetió contra Twitter por aplicar verificaciones de hechos a dos de sus tweets.
Los expertos legales han expresado dudas de que Trump pueda hacer mucho solo, sin un acto del Congreso. Y es seguro que la orden enfrentará desafíos legales.