Acompañado por el presidente israelí, Isaac Herzog -otra señal de agradecimiento del firme respaldo argentino en este momento-, el mandatario Javier Milei visitó este jueves el kibbutz de Nir Oz, uno de los más castigados en el asalto del grupo terrorista Hamas del 7-10, donde pudo ver con sus propios ojos las casas de muchos argentinos que vivían aquí, asesinados y secuestrados ese “sábado negro” de la historia de Israel.
En medio de estruendos parecidos a truenos que de repente retumbaban muy cerca -”Somos nosotros”, tranquilizaba Roni Kaplan, vocero de las Fuerzas de Defensa Israelíes que hacía de guía de este lugar fantasma-, Milei se acercó hasta efrente de guerra abierto hace cuatro meses por Israel para terminar con la amenaza de Hamas. Nir Oz, fundado en 1958 por pioneros pacifistas, entre los cuales hubo argentinos que trasformaron el desierto de esta zona en un terreno verde y lleno de cultivos, queda a 1,6 kilómetros de la franja de Gaza, a la altura de la localidad de Khan Younis, también reconocible por una columna de humo negro.
Con su clásica campera de cuero negra, pantalón con bolsillos del mismo y borceguíes del mismo color, el Presidente visitó el kibbutz, que perdió un cuarto de sus cerca de 400 habitantes, junto a la reducida comitiva que lo acompaña: su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, la canciller Diana Mondinoy su guía espiritual y embajador designado, Axel Wahnish. En un tour impactante, en un lugar parecido a un country, con arboledas, decenas de casas con sus jardines y caminitos que las conectan, escuchó de primera mano el testimonio de Irit, israelí que nació en Nir Oz, que contó que el 7-10 vivió 11 horas de terror, encerrada junto a su hija, en un refugio.