La eliminación de las retenciones a cuenta de IVA y Ganancias para los comercios que cobran con tarjeta o cualquier otro medio electrónico implica un cambio de relevancia en varios frentes. El anuncio del ministro de Economía Luis Caputo que entrará en vigencia desde el 1° de septiembre tendrá fuertes impactos ya que amplió aún más el universo de beneficiados por el Paquete Fiscal, que originalmente solo alcanzaba a las pymes.
Para los comercios, es un beneficio financiero muy claro. Hasta ahora, mediante la retención a cuenta, los comerciantes estaban obligados a pagar esos impuestos al momento mismo de cobrar siempre que el cliente decidiera pagar con tarjeta en lugar de hacerlo varios meses después. Con inflación de 4% mensual, la obligación de pagar en forma anticipada implica un costo gravoso. Así, se generan inclusos saldos a favor sin saber si se podrían aprovechar o bien el pago anticipado sobre ganancias que tal vez nunca se produzcan. En el caso del IVA, un pequeño comerciante podrá pagarlo a los 90 días en lugar de sufrir el descuento en cada cobro.
Cada vez que un comerciante ofrece el famoso “10% de descuento por pago en efectivo” o, su contraparte, “10% de recargo por pago con tarjeta”, está tratando de esquivar el costo financiero que implica cobrar por cualquier medio diferente del efectivo. Por ese motivo, muchos comerciantes que cuentan con dispositivos electrónicos eligen cobrar con transferencia, que no están abarcadas por estos descuentos que se llevan entre un 4% y un 12% del importe. Las retenciones a cuenta, en suma, son un claro incentivo para no facturar y cobrar en efectivo.