ndependiente volvió a recibir la Copa Sudamericana en el estadio Libertadores de América después de tres años. Un certamen en el que saca chapa por sus dos conquistas (2010 y 2017). Podría ser candidato por ese palmarés y también por lo que es en el Torneo Apertura, pero este martes le avisaron que será una competencia diferente. Sufrió para ganarle 2-1 a Boston River en un final lleno de emociones: los uruguayos empataron agónicamente (gracias a Facundo Muñoa), pero Pablo Galdames, que hizo un doblete, lo rescató sobre la hora.
El presente del Rojo indica que juega como quiere su gente. Tarea doblemente difícil, porque también se sincroniza con lo que proyecta Julio César Vaccari. En la competencia de Sudamérica le está costando algo más: resulta extraño verlo en una versión tan perdida.