El ministro de Salud, afirmó que los nuevos casos de Covid-19 en el país disminuyeron un 30% en los últimos 15 días, a la vez que, a partir de lo que está sucediendo en el hemisferio norte, dijo que «es muy posible que América Latina y la Argentina deban enfrentar una segunda ola cuando el otoño se inicie».
Evitarlo es «el gran desafío que tiene la Argentina», definió hace un mes Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez e integrante del comité asesor nacional para Covid-19.
El país no llegó de ninguna manera a tener inmunidad de rebaño con los casos acumulados. El estudio de seroprevalencia que hizo la ciudad de Buenos Aires está indicando un 15% y es la segunda jurisdicción con mayor cantidad de casos. Esto quiere decir que se infectó una minoría, por lo que hay población que es susceptible», describe López.
Y agrega que la clave para evitar una segunda ola está en cómo será el comportamiento social durante el verano; de lo contrario, ocurrirá lo de Europa. «Será una hipoteca que se pagará a mediados de otoño e invierno», anticipa el especialista.
«Probablemente, a final de este año lleguemos con un 20-25% de la población total real que estuvo expuesta al virus. Aunque esto no proporciona un efecto rebaño, es un factor que puede reducir el riesgo de tener un rebrote como el del hemisferio norte», opina Adolfo Rubinstein, epidemiólogo y exministro de Salud nacional. «Es inexorable que haya una segunda ola por ciertas razones: se está viendo una mayor preferencia estacional desde el punto biológico del virus y, como ocurre en Europa luego del verano, las bajas temperaturas hacen que la gente se confine en lugares cerrados y con poca ventilación.»(La NACION)