La fila, que llegó a tener 20 cuadras, se desarmó entre las 14 y las 15, cuando la gente levantó las vallas y se produjeron enfrentamientos con la policía, que incluyeron balazos de goma, gases y corridas. El descontrol se repitió después de las 16, cuando la Policía de la Ciudad dispersó con balazos de goma a la gente y armó un vallado humano sobre toda la 9 de Julio.
La decisión de cerrar el velatorio se tomó luego de que fanáticos invadieron los patios internos de la Casa Rosada lo que obligó a retirar el féretro de la capilla ardiente, mientras en la calle la policía se enfrentaba con hinchas del ídolo argentino.